
Una lección de vida entre risas y reflexión
“¿Por qué hablas así?” Con esa pregunta, tan directa como cotidiana, la C.P. Carmen Herfter Rivera, maestra de matemáticas de 52 años, abrió su conferencia "Vivir con discapacidad", frente a estudiantes de las Facultades de Ciencias Agrotecnológicas y de la Facultad de Odontología de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Lo que siguió fue un viaje entre la risa y la reflexión, en el que Carmen compartió con franqueza y humor, lo que significa nacer con una discapacidad y crecer en un mundo donde aún falta mucho por hacer para la inclusión, especialmente en el ámbito laboral.
Entre anécdotas y chascarrillos, habló de su historia personal: al nacer perdió oxígeno luego de que su corazón se detuvo por un instante. Ese episodio marcó su vida, pero también el temple con que sus padres enfrentaron la situación: “Lo más importante es que los papás reconozcan el problema y lo saquen avante”, dijo con firmeza.
Recordó que caminó hasta los tres años, pero a esa misma edad ya sabía leer: “No todo se puede tener en la vida, o al menos al mismo tiempo”, señaló, arrancando sonrisas entre los asistentes. Con claridad explicó que la discapacidad no debe confundirse con un retraso mental: “Lo más feo es que piensen que uno es tonto, cuando en realidad puedo hacer las cosas y tengo conocimiento de ellas”.
A lo largo de la charla compartió la frase favorita de su libro: “No hay mayor fidelidad que la de un perro”. También advirtió sobre los estigmas y prejuicios que muchas veces limitan más que la propia condición física: “El ser humano por naturaleza tiende a rechazar y a crear estereotipos. Lo que empiezas odiando, terminas amando”.
Antes de despedirse, invitó a los jóvenes a ser sensibles con su entorno, a depender menos de la tecnología y a apostar por una vida más natural. Sobre todo, los exhortó a ser profesionales responsables y, cuando tengan la oportunidad, abrir espacios laborales para quienes, como ella, son “discapacitadas, pero capacitadas”.
Por su parte, el Director Ricardo Aarón González Aldana de la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas (FACIATEC) de la Universidad Autónoma de Chihuahua reconoció la relevancia de su testimonio: “Tenemos mucho que aprender de su vida y de sus experiencias, para que también nosotros sepamos enfrentar las situaciones que se nos presenten”.
La conferencia concluyó con aplausos, pero sobre todo con una certeza compartida: la inclusión no es un favor, es un acto de justicia y humanidad.